No sé ustedes, pero a veces yo tengo la impresión de que este mundo funciona muy mal, o es que yo no acabo de entenderlo.
Dejen que me explique: nos dicen que no hay dinero para mejorar la educación ni para la investigación científica, que la sanidad pública es insostenible, que para seguir el ritmo de crecimiento económico no podemos evitar contaminar nuestro planeta, que debemos mantener un gasto militar enorme, que la Administración de Justicia no puede ser más ágil, que debemos renunciar a una parte de nuestras libertades para tener más seguridad, que no se puede acabar con las drogas ni erradicar la pobreza ni el hambre en el mundo,… y un montón de cosas más. Y parece que nosotros nos lo creemos, por lo menos nos resignamos a creerlo.
Y yo no solo no me lo quiero creer, sino que he llegado a un grado de certeza tal sobre que hay un interés desmedido por parte de los poderes políticos y económicos de facto, así como de determinados medios de comunicación, para convencer a la opinión pública de que las cosas son como son y no pueden ser de otra manera, por lo que proponen y/o adoptan determinadas decisiones malintencionadas en detrimento de los derechos de la ciudadanía sin que ésta pueda hacer nada por cambiar las cosas, por mucho que le disguste.
Y, claro, asisto perplejo a cómo una gran parte de la población asume y dan por válidas tanto las exposiciones de motivos como las medidas propuestas y adoptadas, justificando que las cosas no solo no mejoren, sino que empeoren; y muchas veces actúan como voceros del poder político que los propone, dándole todavía más la razón y afianzando que lo que se hace es precisamente lo que se debe hacer. Comportamiento que, por otra parte, califico de mediocre, ya que me están dando a entender que aceptan sumisamente una serie de cuestiones que les afectan a sus derechos. Es decir, en un gran porcentaje, la ciudadanía actúa como un rebaño de borregos, inconsciente de que tarde o temprano irá al matadero.
A veces pienso que soy yo el raro, el que disiente y se encuentra que está perdiendo sus derechos y los de sus hijos, al tiempo que siento que se me está tomando el pelo descaradamente.
No voy a entrar a valorar sobre si como sociedad tenemos o no la clase política que nos merecemos, ni si está supeditada al mercado o al capitalismo. Pero sí me gustaría pedir a toda la ciudadanía que ante cualquier cuestión, contraste la información al respecto, medite sobre sus consecuencias y razonadamente extraiga sus propias conclusiones, sean las que sean. Y así daremos el primer paso para actuar en consecuencia, penalizando a quien o quienes traten de manipularnos vergonzosamente, en dirección hacia una ciudadanía responsable.
Quizá así, la próxima vez que quieran tomarnos el pelo se lo pensarán dos veces, porque tendrán miedo a una ciudadanía inteligente y reflexiva, y sabrán que cualquier intento de socavar nuestros derechos, nuestra voluntad y de tomarnos por lo que no somos, tendrá sus consecuencias. El verdadero cambio somos nosotros, y debe venir de manos de una ciudadanía exigente que les diga al rancio régimen político y económico de puro y boina, de todo signo político, que ya está bien, que se acabó. Debemos hacer efectiva la máxima de que la soberanía reside en el pueblo, y no dejarnos tutelar por personas que, lejos de velar por el interés general, está más pendiente de sus cargos, de las prebendas y de colocar a familiares y afines. Ejemplos sobran, desgraciadamente los tenemos por millares.
Me gustaría pensar que las próximas generaciones serán mucho más responsables y más exigentes en este aspecto, aunque a veces considero que mis expectativas se verán truncadas y yo mismo tengo mis dudas.
Les propongo que lean el artículo de Mariano José de Larra titulado Vuelva usted mañana, publicado en El Pobrecito Hablador. Revista Satírica de Costumbres nº 11, en enero de 1833, por el Bachiller don Juan Pérez de Munguía (seudónimo de Mariano José de Larra), que sirve como un ejemplo del tipo de sociedad del que venimos los españoles y que todo apunta a que no podemos dejar atrás del todo. Y es os dará la impresión de que en algunas cosas hemos cambiado muy poco. Es muy corto y estoy plenamente seguro de que les divertirá, reconocerán algunos tópicos de la sociedad española, además de hacerles pensar un poco. Pueden googlearlo como Vuelva usted mañana y enseguida les aparecerán varias opciones, como la del Cervantes virtual: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/vuelva-usted-manana–0/html/ff7a5caa-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html
Como siempre, gracias por leerme.
JF Rives.
(PD: Puedes conocer más sobre mí y lo que escribo en mi blog LA HABITACIÓN DE LOS RECUERDOS: https:/lahabitaciondelosrecuerdos.com o http://www.lahabitaciondelosrecuerdos.com.